Si el 2020 y el 2021 han supuesto los años claves para la integración de las nuevas tecnologías en muchas de las pequeñas y medianas empresas que aún no habían encontrado el momento de abordar su transformación digital, el 2022 se plantea como el año de su consolidación definitiva.
Tabla de contenido
¿Qué es la digitalización de las pymes?
La digitalización de las pymes hace referencia al proceso por el que estar organizaciones incorporan e implantan a su trabajo diario, procesos y procedimientos en todos los ámbitos, todo tipo de nuevas tecnologías digitales con el objetivo tanto de mejorar la gestión de la empresa como poder adaptarse a las nuevas necesidades de sus clientes, cada vez más amplias y concretas.
¿Por qué las pymes no se digitalizan?
No hace mucho esta digitalización suponía un enorme cambio en la metodología de trabajo dentro de la pyme, que a su vez asumía una inversión considerable. Es por ello por lo que muchas pymes decidían frenar su proceso de transformación digital hasta que, con la llegada crisis externas, debían ejecutarlo sí o sí.
Sin embargo, esta situación ha cambiado radicalmente en la actualidad gracias al desarrollo de soluciones y herramientas mucho más asumibles tanto desde el punto de vista económico como organizativo.
¿Por qué es importante que las pymes se digitalicen?
El permanente estado de pandemia en el que continuamos viviendo sumado a los beneficios que el ecosistema empresarial español ha encontrado en la implantación de las soluciones digitales elevando sus procesos y métodos de trabajo habituales a la máxima potencia, convierten más que nunca a la digitalización en una necesidad.
En este sentido, y con intención de poder responder a la demanda de la población de forma cada vez más eficiente, las organizaciones van a empezar a designar un porcentaje de sus inversiones para mejorar este aspecto.
Por ello, las pymes deben beneficiarse de las ventajas de las nuevas soluciones digitales para hacer frente a los grandes retos a los que se enfrentan, así como al aumento de la competitividad de su entorno, para conseguir que todos sus procesos estén lo más digitalizados posible.
Entre los retos concretos a los que se enfrentarán este nuevo año, destacan:
- La digitalización de procesos, integrando al 100% las nuevas tecnologías en el día a día de la empresa mediante herramientas digitales que agilicen el trabajo rutinario y ahorren un tiempo muy valioso para invertir en otros ámbitos. Esto será posible en España gracias al Kit Digital creado por el Gobierno, que ayudará a las pymes a impulsar su transformación digital.
- La adaptación de sus servicios, productos, canales de venta y, en definitiva, de toda la cadena de valor a la demanda de los usuarios para lograr seguir siendo competitivos en el tejido empresarial español.
- La integración de una cultura corporativa innovadora en la empresa, que permita redefinir el relato corporativo y alinear el mensaje para que todos los empleados se sientan identificados con el nuevo entorno de trabajo y sean partícipes del cambio.
- La proporción de la formación necesaria a los miembros de la plantilla para retener y fidelizar el talento. Así, estos podrán adaptar sus tradicionales métodos de trabajo a los nuevos modelos establecidos bajo un ambiente donde reinen el bienestar y la flexibilidad.
- El reclutamiento de nuevos perfiles tech que cubran las nuevas necesidades de las empresas en un momento en el que escasean las profesiones tecnológicas en todo el mundo por su alta demanda.
- La alianza con partners expertos en inteligencia artificial y transformación digital, para que guíen a las organizaciones mediante un proceso de acompañamiento en esta época de notables cambios.
El Kit Digital para pymes del Gobierno de España
Para terminar de sumirse en esta transformación digital, las empresas tampoco estarán solas en términos económicos, sino que contarán con el Kit Digital del Gobierno de España, una iniciativa enmarcada en los fondos europeos Next Generation UE anunciada el pasado mes de noviembre y mediante la que se pretende impulsar la transformación digital de un millón de pymes y trabajadores autónomos de cualquier sector o tipología de negocio.
A través de un bono de digitalización con 3.000 millones de euros de presupuesto, esta novedad tiene como objetivo concreto subvencionar la implantación de soluciones digitales disponibles en el mercado en dichas empresas para mejorar su nivel de madurez digital.
Acceder a ella solo dependerá de un autodiagnóstico digital que las propias organizaciones deberán realizar para analizar sus carencias y necesidades y, en función de lo detectado, elegir entre diversas herramientas digitales que les ayuden a implementar servicios como los siguientes:
- La creación de una página web
- La creación de un e-commerce
- La gestión de redes sociales
- La digitalización de la gestión de clientes y/o proveedores
- La implementación de ‘business intelligence’ y analítica de datos
- La digitalización de gestión de procesos
Las ayudas, además, se dividirán en diferentes convocatorias -la primera ya se ha iniciado y está dotada con alrededor de 500 millones de euros para empresas de entre 10 y 49 trabajadores-. Las organizaciones tendrán acceso a una clasificación por categorías de las soluciones a través de un catálogo y la dotación económica podrá ser de hasta 12.000 euros por empresa, que se les entregará mediante un bono digital válido durante 24 meses.
De esta manera, el esfuerzo será compartido y permitirá a los directivos de las pymes españolas seguir avanzando en el terreno digital y observar los beneficios progresivos que estas nuevas soluciones van trayendo a sus organizaciones para decidir en qué ámbitos les interesa invertir más intensamente y acelerar el proceso.
Por ejemplo, para ver resultados a corto plazo, será necesario centrarse en los departamentos donde los cambios sean más visibles traspasando automáticamente ese efecto positivo al resto de áreas y, consecuentemente, a los beneficios económicos de la empresa.
Si, por otro lado, se pretende lograr una digitalización más arraigada en todos los ámbitos desde el principio aunque esto suponga vivir un proceso más lento, habrá que apostar por comenzar a modificar la cultura empresarial.
En definitiva y sea cual sea el camino escogido por cada organización, al fin y al cabo lo fundamental para una empresa reside en un solo aspecto: conseguir mejorar el servicio del cliente sin perder productividad y abaratando los costes de la organización lo máximo posible. Y, en el caso de la transformación digital, solo hay un camino para seguir manteniéndolo como prioridad: adaptarse a la actualidad y comenzar el proceso de cambio cuanto antes.