La Unión Europea (UE) considera pyme a todas aquella empresa que ocupa a menos de 250 personas y cuyo volumen de negocios anual no excede de 50 millones de euros, o bien a toda aquella compañía cuyo balance general anual total no excede de 43 millones de euros.
Ciñéndose a estas características, las organizaciones resultantes pueden considerarse: microempresas, pequeñas empresas o medianas empresas. Además, en algunos países como es el caso de España, un autónomo también puede ser considerado pyme siempre que cumpla los criterios establecidos correspondientes al número de empleados e importes financieros y ejerza actividad económica constante.
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Ese conjunto de pymes y autónomos, suma actualmente el 97% del tejido empresarial español, habiéndose convertido en el motor de la economía en sectores como la hostelería, el comercio, la construcción y, por lo general, el sector servicio.
Sin embargo, a su vez, las pymes son el modelo de empresa más perjudicado por las crisis económicas debido a sus escasas posibilidades frente a las grandes corporaciones y a la dependencia económica que generan sus métodos de financiación.
Por ello, a continuación haremos un repaso a través de las ventajas y desventajas de ser una pyme y de cómo la digitalización puede convertirse en tu ventaja competitiva en este contexto.
Ventajas de ser una pyme
Las Pymes son la mejor alternativa a la hora de crear un proyecto, desarrollar una idea o implantar los cimientos de una nueva empresa. Su creación es relativamente sencilla y, además, las políticas nacionales y europeas favorecen la financiación y el desarrollo de estas pequeñas y medianas empresas.
- Implantación en nichos de mercados novedosos. Las pymes encuentran en estos nichos una oportunidad de éxito para sus proyectos, muchos de ellos relacionados con el sector tecnológico o con la creación de soluciones innovadoras para mercados tradicionales. Idealista, Glovo, Cabify, Devo, Flywire, Wallbox, eDreams son ejemplos de pymes que se convirtieron en unicornios, es decir, empresas que han logrado alcanzar una valoración de 1.000 millones de dólares sin tener presencia en Bolsa.
- Control y dinamismo. Cuanto más sencilla es la estructura de una pyme, mejor se adaptará a los cambios que exige su entorno. Por lo general, las pequeñas y medianas empresas cuentan con más posibilidades a la hora de dinamizar su producción o servicio. Esto hace que el control de la empresa sea mucho más cómodo y que el proceso de toma de decisiones también sea más rápido, algo que les permite competir frente a las empresas de mayor tamaño.
- Cercanía con clientes y empleados. Las pequeñas empresas se caracterizan por conseguir un trato personalizado con sus clientes y trabajadores. Conocen a su cliente de cerca, tienen en cuenta sus gustos y se adaptan en la medida de lo posible a sus necesidades. Los trabajadores, por su parte, crean vínculos y relaciones dentro de la empresa, generando un ambiente personal y cercano que hace que su productividad y motivación crezca al sentirse reconocidos.
- Accesibilidad a ayudas y subvenciones públicas. En España, la financiación de las pymes es algo primordial, por lo que se generan planes de ayuda económica para la creación, el desarrollo y la innovación de las pymes. Estas ayudas existen tanto a nivel nacional como autonómico. Por ejemplo, el Kit Digital que promueve el Gobierno central tiene como objetivo subvencionar la implantación de soluciones digitales para conseguir un avance significativo en el nivel de madurez digital de las Pymes a través de ayudas de hasta 12.000€.
Desventajas de ser una pyme
Su escasa capacidad económica hace que las Pymes sean más vulnerables frente a periodos de recesión o crisis extraordinarias como la provocada por la Covid-19. Esto sumado al poder de las grandes empresas y la imposibilidad de competir con ellas en muchos de los casos, hace que las pymes sean las grandes damnificadas del sistema económico actual.
- Dependencia del entorno. Es importante entender que el acceso que una pyme tiene a los recursos necesarios para elaborar su producto o prestar un servicio es mucho más limitado en las empresas de este tamaño que en las grandes empresas. Las pequeñas y medianas empresas, por lo tanto, tienen mucha dependencia de los sucesos que ocurren alrededor de su entorno, ya que pueden encarecer su cadena de producción o incluso inmovilizarla.
- Problemas de competitividad. Las pymes encuentran muchas complicaciones para poder entrar a competir frente a las empresas de mayor tamaño en un mercado similar. Sus posibilidades son reducidas y, ello, sumado al dominio de las grandes empresa, hace que las Pymes no compitan en igualdad de condiciones.
- Dificultades para su financiación. El principal problema al que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas es la financiación. Las ayudas no son suficientes y, por lo tanto, las Pymes tienen que recurrir a préstamos bancarios – muchas veces con condiciones injustas o con un capital escaso – para salir adelante, lo que hace que estas empresas no puedan alcanzar el crecimiento deseado y, en el peor de los casos, incluso desaparezcan.
- Espontaneidad y poca estabilidad. Aquellas pymes que se lanzan al sector servicios se ven avocadas a funcionar mediante temporadas. Esto provoca una inestabilidad y un grado de dependencia que desequilibra tanto a los trabajadores como al propio funcionamiento de la empresa, aumentando sus posibilidades de verse afectada por periodos de crisis.
Por estas desventajas, y con el objetivo de seguir consolidándose en su sector, las pymes deben buscar, sobre todo, la diferenciación de su competencia. Un buen camino para hacerlo es a través de la digitalización: presentándose como nativas digitales o como negocios que han sabido transformarse en los últimos años apostando por nuevas herramientas que mejoran tanto sus procesos como la experiencia de sus clientes. Así, el Kit Digital ofrecido por el Gobierno es un buen primer paso para empezar tu andadura en la transformación digital del negocio y nosotros podemos ayudarte en ello. ¡Contacta con nosotros!